Del libro Stop Reading the News: A Manifesto for a Happer, Calmer and Wiser Life, su autor Rolf Dobelli nos introduce una serie de reflexiones donde te convence para dejar de consumir noticias, todo tipo de noticias, en cualquier medio o soporte, para siempre.
¿Qué utilidad tiene el consumo de noticias? ¿Aportan conocimiento o contexto sobre un problema? ¿Son de fiar las informaciones que consumimos?¿Contienen sesgos o manipulación que son difícilmente apreciables? ¿Cómo afectan a nuestro bienestar emocional?
“Las noticias son para la mente, lo que el azúcar es para el cuerpo”
Dobelli explica que a pesar de que los medios justifiquen espacios informativos como “Noticia de última hora” o “vamos con lo titulares internacionales más importantes”, en realidad, todo ese contenido en formato noticia no aporta nada a tu vida personal.
Reconozco que el dato que el autor ofrece es inquietante: “probablemente consumimos cerca de 20, 000 piezas informativas cada año, 60 diarias de media”. Ante este dato te pregunta: ¿Siendo honesto contigo mismo, puedes nombrar tan solo una noticia que te ayudara a tomar una mejor decisión acerca de tu vida, familia o carrera profesional? Yo le respondo, siendo honesto creo que no, y creo que además consumir tantas noticias me ha llevado, probablemente, a tomar malas decisiones relacionadas con mi bienestar personal.
Desde luego, el autor aunque no lo nombre explícitamente hace referencia a las noticias o consumo de información como bienes de experiencia. Desde esta perspectiva, la particularidad de la información, como el cine, o leer libros, son bienes de experiencia donde el valor del mismo solo puede determinarse después de consumir el producto informativo de entretenimiento. Una vez aburrido, una vez contaminado, añado.
Bodelli referencia la obra literaria de Anna Karenina (Tosltoi, 1877) para extraer la apreciación del personaje Sergei Ivanovich donde considera las noticias como “superfluas y exageradas con el ánimo ánimo de atraer la atención y derrotar a otro”
“Ninguna noticia es tan importante como para que tú no puedas vivir sin ella” Rolf Bodelli lleva años sin consumir noticas bajo el más estricto rigor. Bajo su experiencia explica: “cuando algo realmente importante ocurre, te enterarás aunque vivas en un búnker”.
“Cuanta mayor información basura consumas, menos espacio tendrás para la información que genuinamente necesitas saber”.
Consumir noticias es una pérdida de tiempo. La noticias son incapaces de explicar nada dentro del complejo mundo y sus numerosas interacciones. Desde luego que hay gente que explica su mundo desde monismos “Dios sabe lo que hace” o “El universo conspira…”, desde luego que ese grado de idealismo o visión infantil de la vida contribuye a dar explicaciones categóricas sobre procesos complejos. Por eso calan los comunicados de la política, explicaciones vacías ante problemas complejos.
El libro va más allá, “La persona que no consume noticias posee una compresión más crítica del mundo que aquellos que consumen noticias a diario”. Estoy de acuerdo, salvo por lo profesionales de los medios que nos vemos obligados a navegar entre la mierda, aunque hipócritamente, conscientes, contribuimos con la causa.
También se menciona la ilusión que produce en el entorno y la percepción de la realidad. Aquí podemos añadir y referencia el libro de Eli Pariser The Filter Bubble: What Internet is hidden from you, donde denuncia la intromisión de los algoritmos, carentes de moral y custodios de la puerta de salida informativa en nuestra interacción hombre-smartphone, básicamente. Ah, y habla de lo pernicioso de Google, claro.
En resumen, consumir noticias nos produce ansiedad, generan una percepción de la realidad equivocada, aportan datos irrelevantes para el bienestar de nuestras vidas, producen pérdida de tiempo, privación de la capacidad de concentración y en consecuencia, nos hace ser más infelices.