Historias emblemáticas de videojuegos de culto

Las narrativas transmedia están de moda en todos los ámbitos de la comunicación y de las industrias culturales, no cabe duda.  Parte de la culpa de este  boom contemporáneo lo tienen los creadores que supieron dar un paso más allá e innovaron ya en la década de los ochenta cuando nadie aún hablaba de este fenómeno. El éxito residía en que los equipos de desarrollo tenían libertad para arriesgarse,  surgiendo ideas  de la pureza y del atrevimiento de la juventud y la experimentación. En ausencia de los dictados de las grandes corporaciones,  se crearon auténticas franquicias con todavía mucho valor dos décadas después.

La descomunal industria de los videojuegos sigue creciendo e introduciendo grandes innovaciones cada año, no obstante, la experiencia de las buenas historias, más allá de los adelantos gráficos, siempre quedan  en la  memoria de un viejogamer. Si estás en los treinta sabrás de lo que hablo, si eres más joven, valorarás esta propuesta. Con una perspectiva melancólica invito a recorrer la trama de estas grandes producciones que marcaron una época y que sirvieron de inspiración para los grandes creadores actuales.

La abadía del crimen (Opera Soft, 1987)

Este videojuego está inspirado en la novela El Nombre de la Rosa de Umberto Eco,  llevada a la gran pantalla por  Jean-Jacques Annaud en 1986 con actores de primer nivel como Sean Connery y Christian Slater; y desarrollada como videojuego  por el genio y malogrado programador español Paco Menéndez durante la época conocida como la edad de oro del software español.  

La abadía del crimen se convirtió en un juego de culto por los adelantos técnicos, su dificultad y el ambiente inmersivo de la abadía. La historia es idéntica al desarrollo del libro y de la película del mismo nombre del director francés Jean- Jacques Annaud. En la trama los protagonistas franciscanos deberán resolver crímenes que se le atribuyen al maligno y a entidades sobrenaturales, con el acecho de la Santa Inquisición como oponentes. La vida en monacal encarna la problemática de la época.  El videojuego fue comercializado en diferentes plataformas de la época siendo el Spectrum de 8 bits la más famosa versión.

Silent Hill 2 (Team Silent, 2001)

La compañía japonesa Konami brilló a principios de siglo por este videojuego, que de largo, es uno de los títulos más impactantes del género survival horror y uno de los juegos más terroríficos de la historia. La trama es simple pero aterradora, el protagonista recibe una carta de su esposa fallecida tres años antes debido a una enfermedad terminal, una vez que James Sunderland llega al pueblo de Silent Hill quedará atrapado y no podrá salir. La calidad técnica y la trama envolvente de este thriller psicológico hacen de este juego un título indispensable que a nivel gráfico ha envejecido muy bien. Además de lidiar contra criaturas de otras dimensiones del horror (dan miedo de verdad) el encuentro con personajes extraños del pueblo y la necesidad de resolver puzzles y acertijos, producen un clima de tensión pocas veces vistos en la industria de los videojuegos.

Fallout 3 (Bethesda, 2008)

El mundo de Fallout se desarrolla en un escenario apocalíptico, devastado por la guerra nuclear y contaminado. Ambientado en 2277, el personaje principal se fuga de en un búnker donde ha pasado toda su vida con una pequeña comunidad de humanos, para así buscar a su padre. Fallout es un mundo abierto con total libertad para desplazarse por el descomunal mapa de juego, con la posibilidad de ser bueno o malo, íntegro o inmoral. La trama lleva al jugador a disfrutar de los detallados vastos escenarios, de una gran ambientación musical de los años 50 y del conjunto de personajes sublimes que moldean el relato hasta niveles de culto.

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